miércoles, 8 de octubre de 2008

El Dios redondo de Juan Villoro

Nuestro nuevo autor. JUAN VILLORO



Xavier Velasco y su Diablo Guardián



Un cambio de sede nos trajo ahora a un espacio diferente: Gandhi de Miguel Ángel de Quevedo fue el lugar donde el pasado 2 de octubre –no se olvida, fecha emblemática en nuestro país- los asistentes a los círculos de lectura pudimos encontrarnos con Xavier Velasco, luego de leer Diablo Guardián, novela ganadora del Premio Alfaguara de Novela en 2003.

Una charla amena, dinámica y sumamente divertida con el autor, nos llevó a conocer el origen de Violetta, ese personaje tan fuerte, con tantos matices: uno de esos que amas o que odias, que entiendes, que sientes que conoces, que te atrapa y punto.
Diablo Guardián es una historia intensa, fuerte en todo momento, jugando con la moral del lector, haciéndonos pensar hasta dónde seríamos capaces de llegar por ser lo que queremos ser. Esta es la historia de Violetta, en realidad Rosalba, quien huye de la Ciudad de México para irse a Nueva York, luego de robarles a sus padres una fuerte cantidad de dinero, dinero que en realidad tampoco era bien habido. Al mismo tiempo, también se cuenta la historia de Pig, un aspirante a escritor que resulta enamorado de Violetta y que viven una vida sórdida, llena de excesos y vicios. Sin embargo, a pesar de toda la dureza de esa historia, la forma como se va narrando la hace atrayente, te atrapa y comienzas a sentir que conoces a los personajes…a todos.

Una historia tan intensa como la de Diablo Guardián puede llegar a convertirse en un lastre para el autor, razón por la cual Xavier no ha publicado otra novela de nuevo, sin embargo, ahora se encuentra en el proceso de escribir de nuevo, de contar una historia totalmente diferente a lo que ya conocemos.

Entre el aire de Mogador



Las emociones nunca son las mismas y cada vez que tenemos la oportunidad de reunirnos con un nuevo autor, resulta una experiencia completamente diferente de la anterior, cada vez con cosas diferentes pero que mantienen una cosa en común: la emoción de poder hablar y escuchar de viva voz a aquella persona que nos ha dado el motivo para reunirnos una vez por semana.



Comenzamos la reunión con Alberto saludando de mano a cada uno de los asistentes, lo que abrió paso a una atmósfera de intimidad, de cercanía que hizo que las preguntas (formuladas por un representante de cada de una de las sedes de los círculos) fueran recibidas como si vinieran de un amigo.



Los nombres del aire y Los jardines secretos de Mogador son dos fragmentos de una historia mucho más larga, una en la que Alberto Ruy Sánchez nos muestra otro mundo: uno de cuentos de una tierra mística, cercana a los sentidos y lejana a lo mundano. El espíritu busca ser contado a través de jardines, de la percepción de lo inmaterial y principalmente, a través del amor y la pasión...elementos todos que se encuentran presentes en las narraciones del estilo de las mágicas noches de Sherezada, con lo místico y lo exótico de lo oriental, que nos resulta atrayente.

En poco más de dos horas en las que Alberto nos contó historias relacionadas con sus libros, tuvimos la oportunidad de comprender las razones por las que este tipo de temas le son tan importantes.